A: Richard Mulford, In memoriam
Somos pájaros enjaulados
en esta sala abarrotada de quejidos
Algo pasa...
El resbalar de las camillas perturba nuestra espera,
todos van precipitados a esconderse de la muerte.
Ella, acaricia con deseo los cuerpos al borde del abismo,
toca a la puerta de los ojos de cristal, desde adentro
y se queda,
Entonces,
nuestro llanto se funde con los muros verde claro,
los pájaros vuelan sin rumbo.
¡si pudiéramos convencerla
de dejar a nuestros cuerpos unos días mas!