Desde la piel
Nuestros días se ocultan
en esta mente esquiva
que los abandona con recelo
en el sitio más remoto del consciente.
Sin embargo,
se eternizan en las comisuras de mi piel
que aun te sienten
cuando los grillos cantan al unísono
sin la interrupción de nuestro vaivén.
Solo guardo de tu nombre
los recuerdos de una piel
manoseada por las sombras.
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